Loustal : Y con el llego la
luz
A Loustal deben conocerlo todos
nuestros lectores. No es que sea un autor muy prolífico, pero casi
toda su obra se ha abierto paso en España en revistas como METAL
HURLANT, EL VlBORA o EUROPA VIVA. Lo que más destaca de su estilo
es el color, la luz y, casi casi, el olor.
Para hablarnos de todo ello se ha
puesto a la máquina de escribir Josep
Gálvez, a quien puede distinguirse en un rincón de alguna ilustración
de Loustal en una playa, con la cabeza cubierta por
un gorrito y la sonrisa escondida en la barba. Y es que, aunque
Loustal no lo sepa, el Gálvez siente por él un secreto y fiel
amor.
Todas las ilustraciones que
acompañan este articulo pertenecen a «Venganza en Marruecos», el
álbum n.° 38-39 de nuestra Colección « Cimoc Extra Color ». Los
textos de este libro son de Tito Topin, autor de novelas policíacas.
Los dibujos de Loustal son una maravilla. Como puedes ver.
DEL SOL, EL COLOR Y OTRAS
IMPRESIONES
Hablar de Loustal es hacerlo
también y sobre todo del Sol, ese particular sol meridional que distribuye
su luz intensa, vital y algo turbadora, sobre los paisajes y
figuras que abarcan sus viñetas, escenarios y protagonistas de
complejos dramas que parecen absorber del astro rey la energía que
dirige su destino. La claridad de los cielos abiertos, la
vaporosidad de los días Iluviosos, la incertidumbre de la
oscuridad en la noche, son elementos clave en la puesta en escena de
Loustal, en la creación de la atmósfera que resaltará o explicará
la actitud de los personajes. Derivada de esta influencia aparece
otra componente esencial: el color. En los primeros trabajos de este
autor, aparecidos en blanco y negro, la composición del relato como
una sucesión de estampas, en las que el ademán fotográfico insinúa
la acción más que la desarrolla, ya nos indicaban la
particularidad de su estilo de trabajo, pero faltaba el color. Con
la utilización de la acuarela, Loustal conquista la luz, da vida a
los objetos, la geografía, el entorno urbano o rural, los elementos
climatológicos, los cuerpos humanos, sus vestidos, sus coches...
y con ello la propuesta dramática gana fuerza y magnetismo. El
color es una pieza clave en el mecanismo de atracción de la mirada
del lector, para engancharlo en el relato, en la historia particular
de los personajes, en el ambiente, en definitiva para hacerle
participar en el juego argumental. Porque en la lectura de las
historietas de Loustal la mirada del aficionado no puede quedarse
detenida en los trazos realizados por el dibujante sobre el papel,
ha de ir mas allá, ha de cruzar la puerta abierta que es cada viñeta
y crear por su parte nuevos aspectos de la acción, ha de recomponer
las piezas del rompecabezas sentimental que nos sugiere el relato.
PROHIBIDO NO ASOMARSE AL EXTERIOR
Penetrar en el universo que
propone el argumento, no limitarse sólo a observarlo, hacerlo un
poco nuestro y confrontarlo con nuestro equilibrio interior, ése
es el reto que nos arroja el autor.
Por eso es fácil concluir que la primera virtud estilística de
Loustal es la imposibilidad de generar la indiferencia.
Una sencilla linea recta
ensamblando dos azules nos invita a imaginar viajes, otras tierras,
otras gentes, o simplemente nos recuerda con inquietud los devastadores
estragos de la monotonía. Las acuarelas de ZENATE PLAGE o ARRIERE
SAISONS... por ejemplo, están empapadas por la melancolía que deja
impregnada el tiempo pasado y perdido, a través de ellas
revivimos la resaca de las vacaciones consumidas como la brasa de un
cigarrillo, la soledad tras las batallas ficticias, a través de su
sencilla composición Loustal penetra en nuestra retaguardia
sentimental y provoca nuestra inevitable reacción, sea del tipo que
sea.
LOS GRITOS DEL SILENCIO
Loustal observa la realidad,
busca los síntomas de las pasiones y nos las sirve en frío: Bien
como una serie de fotos-puzzle que la menoría nos ofrece para
reconstruir la trama de algún suceso que nos afecta, bien como una
colección de fotos-recuerdo que a modo de diario intimo nos
restablecen las pautas a través de las cuales recuperamos
impresiones, sentirse, o bien como exposición de retratos
costumbristas donde los individuos solos o en grupo viven
situaciones que nos son insinuadas con eficacia narrativa.
Porque en Loustal la imagen es el
medio de comunicación, su mirada acompaña la nuestra en la
lectura de sus obras, que son una propuesta en primera instancia sólo
para la vista. Por eso sus personajes hablan especialmente a través
de los ojos, que alcanzan una expresividad nada frecuente en el
quehacer historietístico. Lo mismo sucede con sus gestos, sus
poses, esa necesidad de aferrar un cigarrillo, un arma, un saxofón...
en los hombres, esas manos abiertas de las mujeres, y esos cuerpos
cansados, abiertos, duros, desgastados, dominantes, dominados...
Loustal trabaja en silencio, una
mudez preñada de gritos no articulados, a través de sus imágenes
aprendemos que la herida más dolorosa es la que no se puede
expresar en voz humana, la que no se escapa del cuerpo sino que se
engarza en su interior y de tanto en tanto se retuerce para
mordernos con su presencia.
HISTORIETA ERES TU
Después de todo lo dicho, debería
estar claro que Loustal, comunica, expresa y narra a través
de imágenes dibujadas, que a veces se nos ofrecen aisladamente
y otras en sucesión más o menos secuencial. Se trata pues de un historietita, muy particular eso si, pero
historietita al fin y al
cabo. Viene esto a cuento de que para más de un clasificador esquemático
nuestro autor no hace historieta.
Valga la excusa para reivindicar
la complejidad y madurez del cómic actual. Por suerte para nosotros
el trabajo que muchos autores realizan con las viñetas es heterodoxo
y los resultados son varios. Pero por medio de ellos la historieta
se abre nuevos caminos, nos ofrece nuevas sensaciones, nos lleva a
diferentes mundos y en fin enriquece nuestra sensibilidad y
cultura que es de lo que se trata.
Tal vez si sea cierto que obras
como las de Loustal no inciden en el desarrollo del tronco de los
tebeos, como lo hacen un Pratt, Moebius, Miller... pero si crean
nuevas ramas que enriquecen el árbol en su variedad.
SIN ORDEN NI CONCIERTO
Tras esta metafórica digresión,
pasaremos revista a la obra de este joven maestro publicada entre
nosotros. De entrada podemos calificar su situación como un híbrido
entre lo atisbado y lo ignorado. Sus historietas han sido publicadas
de forma parcial, sin continuidad, y sin las necesarias
referencias para el común lector. Un breve comentario de Onliyú es
toda la bibliografía orientativa que hay y evidentemente no es
mucho.
Metal Hurlant recoge casi todo lo
suyo en blanco y negro dejando una excepción para El Víbora, de
este período y con guión de Paringaux escogemos MARCELO y LA MUJER
BLANCA en las que el tono amargo, la presencia de relaciones
sexuales fuera de la norma y la violencia interpuesta entre los
humanos ya nos anunciaban los rasgos de sus futuros trabajos.
LABERINTO DE PASIONES
El amor es una planta verde y la
noche del caimán, publicadas anacrónicamente en Metal, nos
ofrecen ya la explosión del color y seguimos de la mano de los
argumentos de Paringaux. El mundo narrativo de este señor podría
relacionarse con el de las películas de Almodóvar, pero con la
diferencia de que lo que este trata a ritmo de bolero aquél lo hace
como si fuera un blues. El incesto, la homosexualidad, la
incomunicación, la violencia, la autodestrucción son los «leitmotívs»
que surcan los comics que Loustal ilustra para este guionista. El
lenguaje de las imágenes toma cierto ritmo musical que a veces va
paralelo, otras se cruza y otras se aleja del que mantienen por su
parte las palabras escritas debajo de las viñetas, el resultado de
todo ello es una melodía turbia y desgarrada que entra por los ojos
fluidamente. Curiosamente la última obra de este dúo BARNEY ET
LA NOTE BLUE tiene su propia banda sonora compuesta por el
saxofonista de jazz Barney Wilen, otra particularidad de este álbum
es una viñeta en la que aparece una versión especial de Sitges
convertido en arquetipo de pueblo español de la costa. En esta
historia, aparece otro tema caro al Paringaux, el de la droga como
salida artificial al infierno terrenal. CORAZONES DE ARENA,
precede en orden cronológico a BARNEY. Fue publicada
incompletamente en Europa Viva, y tiene todos los ingredientes reseñados
hasta ahora, más una ácida carga contra la ideología castrense y
el protagonismo agobiante de un sol implacable.
Y en todas ellas la PASION, la
necesidad de poseer a otra persona y siempre la imposibilidad de
alcanzar la felicidad, más ansiada que nunca, a través de esa
relación, persistiendo como única alternativa la huida, sea
parcial o definitiva. Los trabajos en solitario de Loustal se han
publicado aquí casi siempre en la página 87 de diferentes números
de El Víbora, e integran la sordidez del fracaso o de los fracasos
en la monotonía de lo cotidiano. Aparte queda ZENATA PLACE, álbum
del que Metal Hurlant publicó un resumen chapuzas, no sólo por
la presentación, sino también por una traidora traducción que
acababa de desvirtuar la obra, reduciendo una compleja labor observadora
y descriptora a una simple anécdota intrascendente.
PRÓXIMAMENTE EN ESTA PANTALLA
Por último tenemos la novedad
que de «Cimoc Extra Color» en breve: «Ven. gansa en Marruecos»
que es una es pecie de simbiosis entre novela e ilustración, un
acoplamiento casi perfecto entre la palabra y la imagen. El texto es
de Tito Topin, novelista francés él, que mantiene buena parte de
las referencias de Paringaux, incluso la situación geográfica.
La imagen responde a la mejor calidad de nuestro autor. El reto está
servido. La vorágine a vuestra disposición; dejaros llevar por
ella, es un buen consejo.
Josep Gálvez (Cairo 56 [1988 ]
p. 36 -38, Norma editorial)
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